Los lunes es el día que toca rodaje suave. Correr a un ritmo tranquilo y relajado es agradable. Si se va acompañado hay que aprovechar para la charla y si se va sólo se disfruta del paisaje. Ayer no pude salir y hoy ya me lié con otras cosas. Cuando ya parecía que iba a tener que dejarlo encontré un hueco y salí a correr a última hora de la tarde. En vez de los 60 minutos de rigor únicamente hice 45. No había tiempo para más, lo tomaba o lo dejaba. Me quedé con ganas de correr pero cuando no se puede, pues no se puede. Me ocurrió lo mismo que cuando comes algo que te gusta mucho y se acaba antes de que te hayas saciado.
Se nota que los días se van haciendo mas pequeños, porque hoy cuando estaba regresando ya había oscurecido. Dentro de nada ya hay que salir a correr de noche.
Se nota que los días se van haciendo mas pequeños, porque hoy cuando estaba regresando ya había oscurecido. Dentro de nada ya hay que salir a correr de noche.
Bueno, habrá que consolarse pensando que menos de lo que hice hoy creo que ya no se debe hacer. Al final es como si estuviera de servicios mínimos....incluso para escribir en el blog.
1 comentario:
Bueno, ¡¡¡mas vale poco que nada!!!
Es una pena que los días sean cada vez más cortos, esto significa que los que no podemos salir pronto, veremos mermadas nuestras opciones de elegir ruta, ¡¡¡qué pena!!! poco a poco se nos acaba lo bueno.
Saludos!!!
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