Desde los 10 K de León no había vuelto a correr una prueba y de eso hace casi tres meses. Decidí inscribirme y según me encontrara hoy ya valoraba si participaba. No tengo la pierna bien y hace una temporada intenté un par de días salir a correr y el resultado no fue bueno. El caso es que estaba con ganas y pensé que dado que no tenía molestias podía intentarlo. Dicho y hecho. Salí de trabajar, me comí un platano y una manzana y me dirigí a la salida de la San Silvestre.
Fui corriendo desde Eras a Botines. Bueno, lo de corriendo es un decir porque la pierna ya empezó a avisarme por varios frentes de que la cosa no iba bien. Me molesta la cicatriz de la rotura de fibras -o lo que tenga, me han dicho puede ser eso- y por otra parte los tibiales me dolían bastante. Iba corriendo y andando, que era lo que podia hacer. Ya vestido y con el chip puesto no me iba a dar la vuelta. Aunque no fuera más que por saludar y ver el ambiente, tenía que llegar hasta la salida. Todo un panorama el que se me avecinaba si lo unico a lo que podía aspirar era a ir andando. Cuando llegué a Botines, ya faltaba muy poco para que se iniciara la prueba. Saludos a mucha gente conocida y chistes sobre mi dorsal (llevaba el número 69), pero se mascaba la tragedia ya que pensaba que los dolores no me iban a dejar recorrer ni 100 m. Estiraba a ver si se me pasaba, daba saltos. Nada, que dudaba entre tomar la salida o ir directo a coger el autobus para ir a casa.
De repente, mientras trotaba subiendo la Calle Ancha, de repente se pasaron todas las molestias. No se si era que había calentado, pero me dolía mucho menos. Animado por el milagro me puse en la salida y con la charla con la gente antes de salir, casi hasta se me olvidaron mis problemas físicos. Disparo para dar la salida y nada más enfilar Ramon y Cajal ya me di cuenta que los milagros en esto de las lesiones no existen. Me dolía otra vez la pierna, la verdad que un poco menos. El ritmo que llevaba era lentisimo, asi todo bajé el ritmo para ver si trotando llegaba a la meta. Ni por esas. A partir de ahí fue una lucha mental contra los mensajes que me enviaba el cerebro para que abandonara y otra lucha física porque iba parando cada vez que me molestaba la pierna. Continuaba andando unos metros e intentaba trotar otro rato.
Asi fueron pasando los Kilómetros. No hay motivación mejor que tener el coche escoba 50 metros detrás. No se si fue por amor propio, por unos chicos disfrazados con un cartel del año 2011 que me fueron acompañando todo la carrera y me animaban cada poco o por el "que dirán". El caso es que acabé la San Silvestre. Sólo entraron por detras de mi 5 personas. Esos si que son los buenos. Las carreras se hacen duras en los primeros puestos, pero también son díficiles en la cola. Los que estabamos en esos puestos debo de decir que seguro que sufrimos como perros.
La satisfacción a la llegada fue tan grande como cuando he llegado en otras ocasiones (o más). Toda una experiencia participar en la carrera en la zaga. La verdad es que la gente aplaude bastante a los últimos y anima con bastante cariño. En otras circunstancias igual habría abandonado, pero creo que hice bien en seguir (espero que no tenga secuelas).
En los 6 Kilometros hice un tiempo neto de 39:26 con un increible ritmo de 6:35 min/Km. El que no corre que no sea porque no puede hacer el tiempo que hice yo, que casi lo hice andando durante todo el recorrido.
La organización perfecta. No puedo decir otra cosa. Quizás eché un poco de menos que dieran algo de fruta en la llegada, pero con la botellita de agua fue suficitente. Camiseta técnica de manga larga de color azul (me gustaba mas la roja). La entrega de premios se hizo algo pesada por lo larga, pero es que entregaron muchisimos regalos. Sortearon 10 cheques de 600 €, ademas de bicicletas, cestas de Navidad. Premios a los disfrazados, a los grupos, a los de León, a los que ganaron que eran magrebís, etc. La chica que presenta el acto me gusta mucho (como presenta).
Bueno, pues carrera acabada, sufrida y a ver si me recupero del todo para afrontar la Media de León. Feliz Año Nuevo!